En “Drunkship of Lanterns” Cerpin despierta de la visión con su madre para hallarse en medio del océano rodeado de barcos y submarinos destrozados. Se encuentra clavado a una pequeña balsa con grapas de tres pulgadas de grosor. Al gritar de angustia y desesperación por todas las desgracias que le han sucedido recientemente varios de los barcos aún funcionales comienzan a golpearlo. Eventualmente logra liberar uno de sus brazos y comienza a quitarse las grapas.
Cerpin se encuentra con un submarino ruso APL K19. Una turbulenta tormenta comienza a caer, y Cerpin se adentra en él. Al mirar a través del periscopio, observa todo tipo de submarinos estrellándose unos contra los otros. Al terminar el caos, sale a la superficie y encuentra un submarino averiado y vacío de nombre Ectos 333. A un lado del mismo tiene la inscripción: “Está decidido que todos los dioses deben morir… así que para mantener un orden social y cosmológico, Moattilliatta permanecerá misericordioso y vengativo”. Cerpin no reconoce en que lenguaje está escrita la nota, sin embargo, puede leerla y entenderla.
De pronto, Cerpin se siente muy solo y tiene un ataque de pánico. Atraviesa toda la destrucción de vuelta hacia el submarino APL K19. Al mismo tiempo, cientos de aeronaves comienzan a estrellarse a un lado de él. Justo cuando logra adentrarse al submarino, un aeroplano se estrella en la puerta dejándolo encerrado. En este momento, comienza a llover hielo durante tres horas. Cerpin, al darse cuenta de la gravedad de la situación en la que se encuentra, pierde el sentido y enrolla su cuerpo en forma fetal balbuceando para sí mismo palabras sin sentido.
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